Si bien es cierto que hasta hace tan solo unos años el azúcar estaba totalmente integrado en nuestra alimentación, en estas últimas décadas esta tendencia ha cambiado. Muchos estudios han comprobado la relación que posee el abuso de esta sustancia en nuestra salud, con resultados mucho más alarmantes de los que sabíamos anteriormente. La recomendación sigue estando presente; el consumo de azúcar diario debe ser moderado, evitando que exceda de 50 gramos en adultos. No obstante, no siempre podemos respetar esta cantidad; sobre todo, si hemos desarrollado una dependencia al azúcar que nos impulsa a comer, diariamente, mucho más del recomendable.
Si quieres saber qué es el azúcar, cómo se relaciona con nuestro cuerpo y qué aspectos pueden hacerte sospechar que puedas haber desarrollado una adicción, sigue leyendo este artículo. Aquí te ofrecemos todas las claves que necesitas. ¡Toma nota de ellas!
¿Qué es el azúcar?
Se trata de uno de los ingredientes más normalizados en nuestra despensa y en nuestra dieta. El azúcar pertenece al grupo de los carbohidratos, con un importante impacto en nuestro organismo; proporciona energía a nuestras células, lo que les permite trabajar con mayor efectividad y mejorar nuestro nivel de actividad. Se trata de una energía que nuestro cuerpo consume de manera fácil y rápida, y por tanto, le gusta.
Cierto; visto así, el azúcar no parece demasiado dañino para nuestra salud. Y es cierto; no lo es. Siempre y cuando se respete la cantidad recomendada de ingesta, que la OMS fija en unos 50 gramos diarios.
¿Cuándo empieza a ser malo?
El azúcar empieza a ser dañino para nuestra salud cuando su cantidad excede de la recomendación diaria. Es entonces cuando puede propiciar el desarrollo de diferentes enfermedades basadas en una mala alimentación. Especialmente, cuando este exceso y/o abuso se realiza de manera repetida.
El abuso continuado en el tiempo puede desencadenar una adicción al azúcar, lo que supone un problema para nuestra gestión alimenticia y nuestra salud. Por un lado, el organismo adicto al azúcar querrá consumirlo aun sabiendo que no le conviene. Por otro lado, será blanco fácil de enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión y/o el colesterol. Enfermedades que, por cierto, están muy presentes en nuestra población. Como el alto consumo de azúcar.
¿Cómo saber si somos adictos al azúcar?
Aunque la adicción al azúcar es muy frecuente, son muchas las personas adictas que desconocen el problema, debido a que no saben identificarlo. No obstante, saber de su existencia es el paso más importante para poder solucionarlo.
Síntomas de la adicción al azúcar
Existen unos síntomas que nos pueden hacer entender que existe un problema de adicción al azúcar. Estos son:
1-Necesidad de consumir azúcar cada cierto tiempo
A todos, en algún momento dado, nos puede apetecer un bocado dulce. No obstante, cuando esto se experimenta de manera muy frecuente, debe hacernos sospechar. Sobre todo si viene acompañado de un problema de autocontrol, en el que nos es verdaderamente imposible evitar llevarlo a la acción.
Las ganas de comer dulce pueden aparecer de muchas maneras y momentos: entre horas, de postre y/o incluso basar nuestros almuerzos y meriendas en productos altamente azucarados.
Si bien es cierto que podemos comer cierta cantidad de azúcar, el aspecto preocupante se basa en querer a todas horas este tipo de alimentos.
2-Ansiedad
No poder ingerir azúcar cuando nuestro cuerpo nos los pide puede generar un nivel de ansiedad que nos puede estar alertando de una posible adicción. Se muestra mediante sudoración excesiva, inquietud e incluso temblores. La ansiedad puede llegar a ser tan fuerte que terminará dominando nuestras acciones y, probablemente, nos impulsará a comer dulce para aliviarla. No obstante, esta manera de aliviarla será momentánea, y no hará más que aumentar nuestro nivel de adicción y, por tanto, nuestro problema.
3-Dolor de cabeza
El abuso de azúcar puede crear problemas de hipertensión. Una alta hipertensión puede producir dolor de cabeza continuado, debido a la velocidad del riego sanguíneo. Puede aparecer tras comer algo dulce y/o tras un tiempo de abuso de azúcar continuado.
4-Problemas de concentración
Si bien es cierto que el consumo de azúcar moderado puede aumentar nuestro rendimiento cognitivo, el abuso de esta sustancia crea justamente lo contrario: una hiperactividad de nuestro cerebro que interfiere negativamente en nuestra capacidad de concentración. Esto, sin duda, puede suponer un problema para llevar la gestión de nuestro día a día, especialmente si muchas de nuestras tareas laborales y/o estudiantiles tienen un fuerte componente de rendimiento mental.
El azúcar, además, puede impedir la consecución de nuestros objetivos relacionados con la estética corporal, especialmente en caso de querer controlar y/o mantener nuestro peso. Es importante detectarlo a tiempo para poder solucionarlo y empezar una nueva alimentación sana y equilibrada desde hoy mismo. ¿Te animas?